domingo, 9 de noviembre de 2014

Monotonía.

Monotonía... Aquella situación temporal que tanto odiamos muchos... Aquella que cada mañana te hace elegir siempre el café a probar algo nuevo, aquella que te hace ponerte antes el calcetín izquierdo que el derecho, aquella que te hace comer a medio día tu plato favorito en vez de comer algo diferente, aquella que te hace dormir la siesta cuando llegas de trabajar o estudiar antes que hacer algo que te gusta o simplemente estudiar, aquella que te hace ducharte siempre antes de cenar que después o la mañana siguiente , o la que te hace escuchar música antes de dormir.
Aquella asquerosa monotonía que hace que se te quiten las ganas de despertarte para hacer siempre lo mismo y no poder cambiar tu rutina porque no puedes, o porque simplemente es pereza.
Esa monotonía que es difícil de romper, que ni tú misma te atreves a romper por sí te equivocas y luego no eres capaz de rectificar.
Aquella situación que.. Sólo es capaz de romper una persona, esa persona que llega a tu vida y que sin darte cuenta la rompe poco a poco.. Esa persona es capaz de hacer que cuando te levantes por las mañanas, antes de tomarte el café ,sonrías  y mires los buenos días que te ha dejado, o que te haga ponerte primero el calcetín derecho porque te recuerda a que os distéis la mano derecha cuando te caíste y ella te ayudó a levantarte.
Esa monotonía.. Que hace que cuando conociste a esa persona, en vez de ponerte cualquier ropa, vas y te quedas un rato en la cama, oliendo esa camisa que tuviste ayer puesta cuando la viste y sonreír por recordar todo lo que el día antes pasó.
Aquella persona que, sin tu verlo te va cambiado la rutina poco a poco sin darte cuenta en ningún momento, pero ves que un sábado en vez de levantarte a la 1, te levantas a las 10 para hablar con ella porque la echas de menos, o porque necesitas escuchar su voz, simplemente.. Verla sonreír.
Esa persona que.. En vez de quedarte un domingo en casa, coges el autobús o simplemente la bici, y aunque esté a 2 ó 50 km , en vez quedarte en casa aperreada en el sofá y viendo películas vas a verla y a pasar con ella el día y que luego te alegras, porque es ver a la persona de tu vida, estar con ella , sólo mírala y sonreír, ver esos ojos brillantes cuando te mira, esa sonrisa doble que le sale cuando se hace el silencio y nos miramos... Eso... Eso es de lo mejor.
Esa monotonía que... Sólo la rompe una persona, sólo hay una persona capaz de romperla , y una vez que llega y te la rompe, sí se fuese, volvería a ser la misma, pero sabiendo que nadie más será capaz de romperla de nuevo, porque esa era la persona, la persona que estaba predestinada a hacerlo.
De repente esa persona se va, por el motivo que sea y entonces es cuando te das cuenta de que la monotonía había desaparecido gracias a ella , pro a la vez, te vas hundiendo en ella porque ves que vuelve a ti, esa que te hace tomarte un café, ponerte el calcetín izquierdo, comer a medio día tu plato favorito, dormirte la siesta, ducharte antes de cenar, y escuchar música antes de dormir.
Pero un día entre muchos , de repente te das cuenta de que te has puesto el calcetín derecho inconscientemente porque la has recordado, y sin quererlo lo haces otro, otro y otro día más, porque te das cuenta de que aún no la has olvidado por mucho que lo hayas intentado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario