lunes, 18 de abril de 2016

Mi único miedo, ella.

Dicen que todo el mundo le teme a algo o alguien, dicen que pueden ser enormes o pequeños miedos, pero que a veces hacen perdernos grandes cosas por culpa de ellos, que hay que saber afrontarlos y despojarnos.
Pero ahora yo les digo... ¿Saben cuales son mis miedos?
Mis únicos miedos son por ella, son pequeños miedos, pero oye, que miedos más bonitos eh.
Tengo miedo a abrazarla fuerte por si me mata a cosquillas o a besos.
Tengo miedo a quedarme mirándola a los ojos y luego no poder irme.
Tengo miedo de estar besándola un día entero y que luego no pueda alejarme de ella.
Tengo miedo a quedarme dormida mientras tenemos una de esas conversaciones de madrugada y no despedirme de ella por si todo se acaba.
Tengo miedo a echarla tanto de menos cuando no está a mi lado.
Tengo miedo a que no haya suficientes vidas para demostrarle todo lo que me hace sentir, y todo lo que la quiero.
Tengo miedo a no aguantar las ganas de tirarla al suelo cuando la vea.
Tengo miedo de que un día te des la vuelta y sea para no volver.
Pero no tengo miedo a tenerla, o de que ella me tenga, porque sé que si se va no seré capaz de aguantarlo. Dicen que nadie es necesario, pero y qué saben ellos lo que es no conocerla y que llegue a mi vida tan fuerte, simplemente no me imagino sin ella.
Aunque a decir verdad, esto es de cobardes, y los cobardes son los que más miedo tienen, pero.. ¿quién en su sano juicio no tendría miedo a perderla?

Que no por...

Que de la noche a la mañana todo cambia, que el sol no sale todos los días, que las personas vienen y van, que quien un día te quiere mañana te hace llorar, que las sonrisas te las pueden sacar muchas personas pero sabes que tienes una favorita en concreto, que da igual cómo estés un día que si te manda un mensaje lo arregla, que las razones a veces no son necesarias y sólo quieres que te mire a los ojos, que no todos los animales son animales ni todos los humanos son humanos, que no todas las críticas son dañinas ni todos los consejos ayudan, que no todos los primeros salen mal ni los últimos bien, que ni todos los caminos cortos y con curvas son difíciles ni los largos y rectos son fáciles, que a veces no es bueno correr, pero tampoco andar, que no todos los miedos son malos ni todas las cualidades buenas, que no todas las verdades son buenas ni todas las mentiras son malas, que no todas las sonrisas esconden algo ni todas las lágrimas lo dicen todo, que no la única forma de desnudar a alguien es quitándole la ropa, que no la única forma de hacer llorar a alguien es por estar haciéndole daño, que no por saber que no vas a conseguir algo hay que dejar de intentarlo.