jueves, 4 de junio de 2015

Adolescencia

Una vez me dijeron que a partir de una edad la vida son solo problemas y malos rollos, justamente en la adolescencia, ya que vienen los estudios, los problemas, las riñas, los primeros amoríos...
 Es cierto que todas esas cosas llegan, tarde o temprano...
El llegar a casa con un suspenso y no querer decírselo a tu padre porque sabes lo que eso conlleva.
Cuando llega ese primer amor al que sólo tienes que mirarle a la cara y saber que es la persona con la que quieres pasar el resto de tu vida pero que... como ya sabemos la edad es muy mala, y las infidelidades vuelan, y los desamores también.
Luego los problemas en casa, esos problemas que todo el mundo tiene, y que venir de clase y encontrarte con ellos... Te hacen ponerte peor, voces, riñas castigos...
Peleas entre amigos por tonterías de las cuales no se dan cuenta hasta que pasan años, tales como que por no salir con ellos algunas veces ya creen que los están dando de lado, o lo de las grandes invenciones que se hacen de ti sin ni si quiera tú saberlas, y que lleguen a todos tus alrededores, hasta que te enteras y te cagas en todos ellos.
Esos años en los que tú cambias de físico, ya sea el peso o la apariencia, y ya todos hacen un mar de ello, en el cual tu te hundes porque lo ves como si fuera un problema, que es el que la gente forma en tu cabeza.
Esas decisiones que tomas sin saber cómo pueden salir, y si sabiendo que lo más probable sea mal, pero quien no arriesga no gana, y tú..  Decides arriesgar.
Esas noches en las que no sabes por qué pero lloras y lloras como una magdalena, sola y en tu cama sin saber por qué,  solo quieres desahogarte de tanta presión, pero sin que nadie te vea. Porque piensas que los fuertes no lloran, y no quieres ser débil.
Esos años en los que te acomplejas por tu peso porque todas tus amigas están super planas como tablas de planchar, y tú...  Quieres ir a la moda, y te acabas sumiendo en una enfermedad, de la cual no tú te das cuenta.
El tener que hacer cosas que no quieres por encajar en grupo y tener unos amigos, los cuales no tienes por ser diferente a todas las ovejas que componen el corral y sin saber que vales muchísimo, tanto como ellos.
Pero.. ¿Y fuera de todo esto?
¿Donde dejas los momentos que pasas con la gente que te quiere?
¿Dónde dejas todos los aprobados aparte de ese suspenso?
¿Dónde dejas la experiencia de tu primer amor con el que empezaste mandando mensajitos y acabaste besando bajo una noche de estrellas?
¿Dónde dejas lo demás que te proporciona tu familia ayudándote a crecer física y psicológicamente?
¿ Dónde dejas aquellos amigos que cuentas con una mano y que están a tu lado a pesar de tu apariencia y tú personalidad, y de lo que la gente hable sobre ti?
¿Dónde dejas los aciertos de las decisiones que has tomado en esos años y de los que no te arrepientes?
¿Dónde dejas lo reflexionado en todas esas noches lloraradas y almohadas empapadas?
En resumen... ¿Donde dejas todos aquellos placeres de la vida?
No mires solo lo malo, pues no es ni la millonésima parte de lo que compone lo bueno!
El placer de despertarte una mañana de sábado por el sol, desperezarse y mientras escuchar el sonido de los pájaros.
El placer de un beso de alguien a quien amas, o un simple abrazo de alguien a quien quieres.
El comer todo lo que quieras sin pensar en lo que viene después, solo...  Disfrutas del momento.
El hacer paracaidismo y sentir como tú cuerpo entero desprende adrenalina y te sientes vivo.
Tumbarte en el campo una noche de estrellas acompañado de el sonido de la naturaleza.
Escuchar música y subir el volumen hasta no escuchar nada de lo que te rodea y sumirte en un mundo en el que nadie pone normas, sólo tú.
Ver como estas luchando mucho por conseguir algo que deseas y tus metas y objetivos se van cumpliendo.
Vive cada año de tu vida... Pues son dos días, uno llueve y uno truena, no hay que meterse bajo en paraguas, sino saber vivir bajo cualquier tiempo!